Después de tres jornadas de fuerte presión bajista, las Bolsas europeas y asiáticas consiguieron repuntar tímidamente, pero Wall Street no logró sostener la recuperación. La decisión de la Casa Blanca de aplicar aranceles del 104% a China encendió de nuevo las alarmas entre los inversores, sumiendo a los mercados estadounidenses en una jornada de alta volatilidad y pérdidas generalizadas.
Wall Street se desploma pese al rebote europeo y asiático
El S&P 500 cerró con una caída del 1,6%, tras llegar a subir más de un 4% durante la sesión. El Dow Jones cedió un 0,8%, mientras que el Nasdaq sufrió un retroceso del 2,2%. La volatilidad volvió a dispararse: el índice VIX, conocido como el índice del miedo, se situó en los 50 puntos.
Pese a los intentos de rebote, el nerviosismo dominó la sesión estadounidense, reflejándose en un aumento significativo de la volatilidad
En contraste, las Bolsas europeas y asiáticas lograron repuntar tras tres jornadas consecutivas de fuertes caídas. El Ibex 35 subió un 2,37%, su mayor avance desde marzo de 2023, impulsado por el sector bancario, aunque todavía permanece un 9,6% por debajo de los niveles previos al anuncio arancelario.
Europa y Asia respiran, pero la tensión persiste
En el resto de Europa, los principales índices registraron avances: Alemania ganó un 2,9%, Francia un 2,5% y Reino Unido un 2,8%. En Asia, el optimismo también fue moderado: el Nikkei japonés subió un 6%, el Hang Seng de Hong Kong avanzó un 1,5% y el índice compuesto de Shanghai ganó un 1,6%.
La subida en Asia estuvo alentada por las noticias de que Japón enviaría un equipo negociador a EEUU para iniciar conversaciones comerciales. Sin embargo, el endurecimiento de la postura de Donald Trump y la advertencia de nuevos aranceles oscurecen el panorama.
La posibilidad de diálogo entre EEUU y sus socios comerciales proporciona cierto alivio, aunque las tensiones siguen latentes
El sector bancario lidera el rebote en España
En el Ibex 35, la banca destacó con fuertes subidas: Santander repuntó un 5%, Unicaja y BBVA cerca del 4%, CaixaBank subió un 3,58% y Bankinter un 3,2%. También destacaron Indra (+5,8%) e IAG (+5,6%). Por el contrario, Repsol (-0,99%) y Telefónica (-0,46%) fueron de los pocos valores en negativo.
En otras Bolsas europeas, los valores más castigados en jornadas anteriores, como Siemens Energy (+5,5%), Dassault (+6,5%) y Rheinmetall (+5,75%), también lideraron los avances.
Pánico en Wall Street: de la corrección al mercado bajista
A pesar del rebote técnico en Europa, el pesimismo sigue dominando el mercado. BlackRock ha rebajado su recomendación sobre las acciones estadounidenses de sobreponderar a neutral, anticipando más presión sobre los activos de riesgo a corto plazo. Más sombrías son las previsiones de Goldman Sachs, que advierte de un posible mercado bajista cíclico ante el riesgo creciente de recesión.
Los expertos advierten que la actual crisis podría derivar en un mercado bajista prolongado si la tensión comercial continúa escalando
Refugio en oro y bonos ante el miedo a la recesión
Los inversores han optado por activos refugio: el oro subió un 1,3%, alcanzando casi los 3.000 dólares por onza. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años avanzó hasta el 4,2%, mientras que los bonos alemanes y españoles también experimentaron ligeros movimientos al alza.
En divisas, el yen y el franco suizo subieron por su perfil defensivo, mientras el dólar se mantuvo estable frente al euro, que se cambiaba a 1,096 dólares.
Materias primas: el petróleo toca mínimos de 2021
En el mercado de materias primas, el petróleo Brent cayó más de un 14% en cuatro sesiones y se situó en mínimos de 2021. El miedo a una recesión global provocada por la guerra comercial sigue lastrando a las materias primas.
La tensión comercial entre EEUU y China hunde los precios del petróleo, aumentando los temores de recesión global
El analista Chris Weston de Pepperstone advirtió que la actual mejora debe interpretarse como un repunte bajista y no como un cambio de tendencia sostenible. Mientras tanto, Juan José del Valle de Activotrade considera que la elevada volatilidad representa una oportunidad para reestructurar carteras y aprovechar los precios deprimidos.