‘Van Grieken, sé fuerte’: el PP auxilia a su consejero más cuestionado en Madrid

Rafael van Grieken, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, tiene las espaldas bien cubiertas. Aparentemente lo necesita después de unos meses donde las críticas por su gestión se han ido endureciendo. A pesar de los golpes políticos que va recibiendo, el consejero sigue gozando de la aprobación y el respaldo del propio presidente madrileño, Ángel Garrido.

El consejero de Educación parece seguir los pasos del último consejero de Sanidad, del polémico Jesús Sánchez Martos. O al menos en cuanto a su carrera parlamentaria. Si el cesado Sánchez Martos se convirtió en el primer consejero reprobado de la historia de la Asamblea de Madrid, Van Grieken no quiso ser menos al ser el tercer reprobado de la historia, justo después de Carlos Izquierdo, consejero de Políticas Sociales.

La reprobación por su papel en el ‘caso máster’

El ‘caso máster’ provocó –junto al vídeo de las cremas- la salida de Cristina Cifuentes, pero al poco de presentar su dimisión, la oposición miró al consejero de Educación por su responsabilidad en el escándalo. PSOE, Podemos y Ciudadanos unieron fuerzas para reprobarle por utilizar “métodos matoniles” para proteger a la presidenta madrileña. Dio igual.

El Partido Popular no dudó en salir a defender a su consejero de Educación en pleno vendaval. De hecho, en la misma sesión, tras la votación que golpeaba a Van Grieken, la bancada popular rompió en aplausos para mostrarle su apoyo. “Estamos muy orgullosos del señor Van Grieken y de la labor que ha venido realizando”, manifestó desde la tribuna la diputada María Gádor.

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Los aplausos insuflaron fuerza al consejero madrileño que a la salida de aquel pleno aseguró que todo se trataba de una estrategia de la oposición para buscar el “desgaste político”. No pensaba dimitir; Garrido tampoco pensaba forzarle. Todo lo contrario. En ese momento, el apoyo del presidente madrileño saltó a la palestra.

El dirigente madrileño puso la mano en el fuego porque Van Grieken no presionó al rector de la URJC, Javier Ramos, para conseguir el acta del TFM con el que se defendió Cifuentes. En este sentido, Garrido advirtió de que “la diferencia está en lo que llama alguien presionar o lo que llama alguien pedir”.

“Yo creo que pedir estaba en sus funciones y creo que eso es exactamente lo que hizo”, afirmó el presidente madrileño para auxiliar a Van Grieken. Garrido fue más allá y llevó la polémica al terreno personal: “Es un excelente consejero. Es una persona que pide las cosas y que desde luego no presiona”.

Se esperaba este apoyo del Gobierno a Van Grieken aunque el ‘caso máster’ aumentara. Hasta lo adelantó el vicepresidente madrileño, Pedro Rollán, horas antes de la reprobación: “El resultado será el que corresponda, pero la confianza de Garrido en el consejero se mantendrá intacta”.

Van Grieken, un consejero reprobado, pitado y denunciado

Todo esto fue en junio cuando el fin de curso ya venía caliente, pero el flotador de auxilio ha vuelto a aparecer con el inicio del nuevo curso escolar. Las obras inacabadas en los centros educativos han puesto sobre el disparadero a Van Grieken. Las familias al menos. Es más, así se lo han hecho saber con una sonora pitada hace apenas una semana cuando fue a Getafe a inaugurar un centro.

Las AMPAs auguran más batalla: se están organizando y están decididas a continuar sus protestas ante la situación de la educación pública en Madrid por la falta de recursos y de infraestructuras.

Esta semana ya se están celebrando movilizaciones y el próximo jueves la gestión de este arranque de curso será protagonista en la Asamblea de Madrid con un pleno casi monográfico viendo el orden del día.

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Mientras tanto, Garrido insiste en defender a Van Grieken aunque oposición, asociaciones escolares como la FAPA Giner de los Ríos, sindicatos y familias salgan contra su consejero de Educación. Ya en la previa de la vuelta al colegio, el presidente madrileño quiso restar importancia a los problemas que alteran a la comunidad educativa.

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En declaraciones a la prensa, el máximo dirigente redujo la cifra de alumnos afectados a 800 (CCOO habló de 15.000) al tiempo que manifestaba que el curso se había comenzado con “absoluta normalidad”. Garrido también reprochó que la oposición vivía “en otra comunidad distinta” por denunciar “algunos casos concretos”. Eso sí, su consejero ya se ha llevado una denuncia por esta gestión.

Si el presidente de la Comunidad de Madrid aseveraba horas antes de la reprobación de junio que Van Grieken era “uno de los mejores consejeros que ha tenido la Educación de Madrid”, ahora el discurso vuelve a calcarse aprovechando el Debate sobre el Estado de la Región.

Así, Garrido ha querido recordar que “si la educación pública ha avanzado de manera tan notable en esta legislatura” es por un culpable: “Ese avance tiene nombre y apellido. El nombre, Rafael, y el apellido, Van Grieken”. Pero los halagos no solo van en una dirección, el consejero de Educación también se moja por su presidente.

“Creo que Ángel Garrido es un gran profesional, un gran político”, apuntaba Van Grieken a finales de agosto. Incluso el consejero popular ya daba su voto de confianza mirando a las elecciones autonómicas de 2019: “Para mí sería un gran candidato”.

Una relación de apoyo que aparece en esos momentos más delicados (en pleno máster y reprobación o cuando Génova piensa en qué candidato elegir para la Comunidad de Madrid), mientras, la tormenta no se detiene sobre el consejero de Educación.

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