«Estamos horrorizados por las escenas que salen de Gaza. Gran número de niños entre las víctimas. Un millón de personas sin un lugar seguro a donde ir», escribió la organización en su cuenta en la red social X (antes Twitter).
La Unicef calificó la situación de «inaceptable» e instó a cesar de inmediato todos los actos de violencia.
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó miles de cohetes desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes e infiltró decenas de milicianos armados en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró que el país «está en guerra».
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
El 9 de octubre, Israel impuso un bloqueo total al enclave palestino, cortando los suministros de electricidad, combustible, alimentos y agua, y esta mañana instó a los civiles residentes en la ciudad de Gaza a desplazarse al sur de la Franja hasta nuevo aviso, por su propia seguridad.
Según la ONU, ese traslado afectará a unos 1,1 millones de personas y podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 2.800 muertos y casi 10.000 heridos, según las autoridades médicas palestinas e israelíes. Se suman a estas víctimas hasta 150 rehenes que Hamás ha capturado en territorio israelí.