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Todo pica y molesta en Cuba

Cuba La Habana

Cuba

Y aclaro que esto de los argentinos lo tomo de cuando trabajé en Publicitur, única empresa en la isla entonces dedicada a la promoción turística. En ese entonces existía un grupo multidisciplinario para estudio y caracterización de todos los que nos visitaban. Los más protestones, los argentinos; los más disciplinados, los japoneses. Cada pueblo tiene sus características generales. Las nuestras, lo sabe medio mundo y he aquí, precisamente, una de ellas, el tremendismo. En ningún otro país como no fuera Cuba, para exaltar a una persona decimos que es un animal, una bestia, un monstruo o un salvaje.

Por cierto, se acaban de poner en marcha un grupo de negoci

En definitiva, cada cual es dueño de sus palabras y está en todo el derecho de expresarlas, tal y como lo hago en estos instantes que, si me lo permiten, hago un llamado a la cordura y de paso, extiendo mis honestas condolencias hacia aquellos que transpiran odio por los cuatro costados.

Palos porque bogas y palos porque no bogas, ese viejo castigo marinero, sería un panorama que llega como pulga al perro.

Lo más triste y lamentable es que no existe el antídoto para el mal, que se nos está convirtiendo en una peligrosísima epidemia lo mismo en las redes sociales que en plena calle.

¿Será acaso algo propio de la naturaleza humana o que nos estamos acercando a una histeria oral y escrita generalizada e irreversible?

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