Tal y como destaca UNESPA, en 2021 “se recuperó la dinámica tradicional con delitos repartidos regularmente a lo largo del año, salvo por un ligero repunte en noviembre”. Y es que, 2020 resultó “atípico” por las medidas implantadas para hacer frente a la pandemia de Covid-19. “Aquel ejercicio los robos cayeron significativamente durante las semanas de confinamiento”, recuerda.
En términos absolutos, las provincias más pobladas son las que padecen una mayor cantidad de incidentes. Sin embargo, si el análisis se efectúa en términos relativos – si se compara la cantidad de robos cometidos con la cantidad de comercios asegurados- se descubre que las provincias más propensas a presenciar este tipo de delitos se encuentran en las dos Castillas y Andalucía.
Este informe hace una comparación municipio a municipio, que muestra que las ciudades con mayor probabilidad de robo en negocios son Coslada (Madrid), Rubí (Barcelona) y Telde (Las Palmas). En este sentido, destaca el peso de las localidades de la periferia madrileña que lideran el ranking. Entre los cinco primeros puestos aparecen, además de Coslada, los nombres de Parla y Alcalá de Henares.
Si en lugar de la probabilidad se toma como referencia el coste de las sustracciones padecidas, Mijas (Málaga) aparece en el puesto de cabeza con un coste medio de los robos para las aseguradoras de 3.525 euros. Otros municipios donde el botín medio de los amigos de lo ajeno fue particularmente abultado fueron Orihuela (Alicante) (3.175 euros) y Córdoba (2.577 euros).