Señor Presidente de China, secretario general del Partido Comunista y Jefe de la Comisión Militar Central, rodeado de pompa y circunstancia en la plaza de Tiananmen acaba de conmemorar el setenta aniversario de la fundación de República Popular con una parada militar que viene a demostrar que esos son sus poderes y que en Pekín todo sigue atado y bien atado bajo la guardia fiel del ejército.
Pero la perennidad del régimen se quiebra en Hong Kong cuyas revueltas no podrán detenerse con misiles. Atentos.