Señora presidenta de la Comisión Europea, la propuesta que ha presentado al Parlamento suma 750.000 millones de euros, de los cuales España recibiría 140.000 -mitad en subsidios a fondo perdido, mitad en préstamos a devolver-. O sea, que Bruselas hace su trabajo sin meterse en jardines, enzarzarse en broncas, entregarse al cainismo ni a diálogos de carmelitas.
Ahora corresponde al Gobierno consensuar a qué dedicará esos recursos, sin incurrir en gastos suntuarios, despilfarros propagandísticos ni corrupciones y dando ejemplo de austeridad y eficiencia. Atentos.