Señor ministro de Sanidad, cuando el 13 de enero prometía cumplir las obligaciones del cargo con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución, llegaba a un puesto vaciado de competencias, transferidas a las Comunidades Autónomas que las ambicionaban.
Venía de cuota del PSC avalado por Miquel Iceta. Y de pronto apareció el lobo de la pandemia y quedó convertido en la autoridad competente. Urge que la ejerza con la transparencia exigible y coordinando a las Comunidades Autónomas, antes de que suene el rompan filas y ¡sálvese quien pueda!