Señor Fiscal Especial, sus investigaciones han ido aclarando la intervención desplegada por Rusia irrogando perjuicios a la candidata del partido demócrata Hillary Clinton en las elecciones de 2016.
Ahora, Señoría, su petición por vía judicial a la empresa matriz del presidente Trump de todos los documentos de la conjura con Moscú va a permitir que afloren las conexiones decisivas entre el equipo de campaña que le encumbró y el Kremlin.
Una trama urdida en el mismo corazón corporativo de Donald Trump. Enseguida veremos que en esta merienda Putin era bienvenido.