Se observa primero, la significativa ausencia de Josep Borrell, alto representante para Asuntos Exteriores y Seguridad; segundo, la imposible reciprocidad de rendirle honores castrenses en Bruselas, y tercero, la equivocada pedagogía de premiar con ayudas su mal comportamiento. Vale.
«Estamos trabajando intensamente en investigar y poder desarrollar tratamientos cada vez más precisos y personalizados: terapias únicas, con nombres y apellidos, que ayuden a…