Señor Secretario General de Podemos, cobra nueva visibilidad que el sistema de encumbramiento y de purga en su formación confirma la vigencia de la ley de la gravedad y prueba cómo la reclamación de la libertad va muchas veces acompañada de la pasión por silenciar.
Obsérvese que el gesto punitivo de censurar procede de sentirse ofendido y que su fortaleza radica en no permitirse dudar de si mismo, lo cual también es su debilidad. Se recomienda urgente la lectura del libro Contra la censura de Coetzee.