Señor presidente del PP, su llamamiento de ayer ante la Junta Directiva Nacional, máximo órgano entre congresos, reivindicaba al Partido como alternativa de Gobierno, desmentía esas dos almas, que lo dividen bajo el filo de Cayetana y la mirada de reojo hacia Vox.
Negaba las acusaciones de crispador y prometía firmeza. Pero debería plantearse por qué no le quieren en la campaña gallega donde difuminan las siglas peperas que perturban en vez de sumar. Y si Alberto Núñez Feijóo alcanzara un triunfo desbordante, ¿podría lucirlo o se consideraría amenazado? Reflexione.