Señor líder de Esquerra Republicana de Cataluña, su comparecencia ante el juez del Supremo, Pablo Llarena, encargado de instruir la causa en la que Su Señoría está incurso junto a los consellers y los Jordis, viene precedida por la abjuración del arrianismo y las promesas del bautismo del artículo 155, con propósitos de la enmienda y aceptación de la legalidad, en línea con las recomendaciones del prófugo Carles Puigdemont instalado en Bélgica y entregado a la práctica del consejos vendo y para mí no tengo.
Hasta el lunes se aplaza la decisión sobre su puesta en libertad. Resignación.