Señora Secretaria General de Esquerra Republicana de Cataluña, su opción por el exilio, explicada en una carta de amor busca justificarlo invocando el propósito de recuperar la libertad cambiando de aires. Pero su nueva situación es la de prófuga de la justicia, al rehuir la comparecencia ante el Juez del Supremo que la tiene encausada.
Su carta es un canto a la unidad reclamada para perseverar en la tarea pendiente del independentismo de los buenos modales.
Pero ese canto fervoroso queda desmentido con una fuga que encaja mejor en el principio del !salvese quien pueda!, inevitable generador de rencores en la cofradía del santo reproche. Atentos.