Señora Presidenta del Tribunal Superior de Polonia, su decisión de desafiar la ley que politiza la justicia y la entrega en manos del gabinete de Andrzej Duda, es una defensa a la desesperada que merece el apoyo de los europeos amantes de la división de poderes que es garantía fundamental de la democracia.
A su lado están muchos de los mejores que lucharon contra la opresión del régimen satélite de Moscú, incluido Lech Walesa. Naciones Unidas y Bruselas se han alarmado y amenazan con privar a Polonia del derecho de voto en la UE. Incomprensible que la historia de éxito que ha sido la adhesión, sea tergiversada en aras de un nacionalismo enfermo y contagioso.