Señor ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana, a-ene-ce, como un autor de éxito recibe a los periodistas que acuden a entrevistarle a la prisión de Lledoners, donde está recluido tras su condena por el Tribunal Supremo.
Les dice que falta liderazgo y defiende al conseller de Interior, Miquel Buch. Pero, antes, había insistido en volver a las andadas, equiparado policías y pirómanos mientras su ANC abre una línea telefónica para dar asistencia psicológica a los afectados por la represión, desentendiéndose de los damnificados por la barbarie. ¿Pero qué broma es ésta?