Señor presidente de la Generalitat, hace años cantábamos que el amor nada sabe ni de razas ni colores y ahora tenemos averiguado que tampoco el coronavirus hace acepción de personas, ni prefiere a según qué soberanistas e independentistas, ni concede inmunidad a charnegos, maquetos o recolectores de la fresa de Huelva o de la fruta de Lérida.
Mientras su señoría pasa del España nos roba, al España nos contagia y se pone el mundo por montera como si su palabra fuera la ley. ¿Sabrán los compatriotas catalanes a qué atenerse? ¿Tendrá el Gobierno Sánchez algo que aclarar? Atentos.