Respetado general, enhorabuena por su carta de renuncia como Secretario de Defensa que viene a honrar su trayectoria de cuatro décadas en el Cuerpo de Marines.
Las excentricidades del presidente Trump han pulverizado el liderazgo de los Estados Unidos, enajenándole la amistad de los aliados y creando vacíos que favorecen la influencia estratégica de Rusia y China, cuyos regímenes nada saben de valores democráticos. Abandonar a Donald es un acto de decencia y una prueba de profesionalidad, virtudes incompatibles con el penoso inquilino de la Casa Blanca. Vale.