Señor líder del Partido Laborista británico, el programa con el que se presenta a las elecciones legislativas del 12 de diciembre demuestra que ha preferido la defensa de sus convicciones y de su gente sin sacrificarlas a la búsqueda del éxito, a toda costa en las urnas, donde una y otra vez se viene probando la dificultad insalvable de que los desfavorecidos voten a la izquierda.
La distancia al poder afila las ideas y propuestas; la proximidad, las erosiona en aras de conveniencias personales de los líderes. ¿Será verdad que Pablo Manuel e Irene están en Londres aprendiendo de la campaña laborista?