Señor Candidato vencedor de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil con un 46,3 % de los votos, más de puntos que el siguiente, Fernando Haddad, quien contaba con el apoyo de aquella fuerza de la naturaleza que parecía ser Lula da Silva, que tantas esperanzas y frustraciones suscitaba.
La inminencia de su victoria en la segunda vuelta del día 28 produce vértigo, considerando las virtudes que atesora como campeón autoritario, racista, machista, homófobo y adorador de la dictadura. Esperemos que pierda contra todo pronóstico, por el bien de toda América.