Estimada colegiala, alguien tendrá que explicarnos cómo a sus quince años, a partir de agosto pasado, su protesta individual consistente en faltar a la escuela un día a la semana para manifestarse delante del parlamento de Estocolmo, ha podido servir de fulminante y generar el movimiento Viernes para el Futuro, que traducido al español suena Fridays for Future, implantado en más de mil ciudades de 89 países, al que hoy se suman jóvenes de cincuenta ciudades españolas, reclamando la intervención urgente de los gobiernos contra el calentamiento global.
¿Y los candidatos?, en Belén con los pastores