Señor vicepresidente primero de la Comisión Europea, felicitaciones por el ejercicio de claridad política ofrecido en vísperas de la cumbre de Bruselas cuando, interrogado por el bloqueo de Hungría y Polonia, ha recordado a sus gobiernos que “nadie les obligó a firmar los tratados europeos” y ha alertado frente a la tentación de ceder al veto que intentan contra el mecanismo de vigilancia sobre el respeto al Estado de derecho porque, como advierte, “renunciar al Estado de derecho es renunciar a la Unión Europea”.
Sería mejor que se fueran. ¿Entendido?