Majestad, la pandemia obliga y las limitaciones de movilidad y distancia social han de cumplirse.
Por eso, las celebraciones de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, aniversario de aquel ¡tierra a la vista! que gritó Rodrigo de Triana a bordo de La Pinta, se han reducido a la parada militar de la plaza de la Armería con las más altas autoridades del Estado y las unidades de los Ejércitos desfilando ante su Jefe Supremo, obedeciendo el ¡vista a la derecha! y contestando el ¡viva España! de sus mandos.
Lo que hubiera dado el prófugo de Waterloo por algo parecido. El ¡viva el Rey! de hoy debe soñar ¡viva la Constitución! ¡Viva!