Señor, en su felicitación reconoció la incertidumbre acelerada. Señaló la falta de empleo, la pérdida de cohesión, el deterioro de la confianza en las instituciones y Cataluña como las mayores preocupaciones.
Recomendó confiar en nosotros mismos, sin autocomplacencia ignorante ni autocrítica destructiva. Vinculó el progreso al carácter de los ciudadanos, la fortaleza de la sociedad y el adecuado funcionamiento del Estado. Dijo que los logros, siempre frágiles, no surgieron por generación espontánea. Propuso la concordia, la voluntad de entendimiento y el espíritu cívico.
Sea.