Eminencia Reverendísima y arzobispo de Barcelona, su elección como presidente de la Conferencia Episcopal se explica en términos de mayor sintonía que sus rivales con el Papa Francisco; prueba que Teruel existe porque le vio nacer y le sitúa ante asuntos como: la Ley de eutanasia, la polémica inmatriculación de 30.000 propiedades, la puesta en duda del aval constitucional a la Educación concertada, el valor académico de la asignatura de religión y flecos varios de la memoria histórica.
Falta saber quiénes le acompañarán en la Ejecutiva. Atentos.