Señor presidente de los Estados Unidos de América, la caducidad de su mandato de cuatro años supone la vuelta a las urnas donde compite con el candidato del partido demócrata, Joe Biden, en una carrera que debe presentar méritos y de deméritos ante los electores.
Tiempo de transparencia que deja ver el envilecimiento, la zafiedad y el abuso ventajista a los que para su provecho personal y familiar se ha entregado desde que se mudó a La Casa Blanca. Preguntaba Jorge Manrique en las coplas de pie quebrado a la muerte de su padre los infantes de Aragón, ¿qué se hicieron? ¿qué fue de tanto galán? ¿qué fue de tanta invención como trujeron?
Y nosotros inquirimos desconcertados cómo después de tantos ejemplos brindados por ese gran país ahora vemos que tolera a un excéntrico que ingiere lejía contra el Covid-19 y que cumple fiscalmente con pagos anuales de 750 dólares. ¿Será que la picaresca se ha aclimatado en Washington?