Señor Primer Ministro del reino fracturado de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la derrota de anoche en la Cámara de los Comunes abandonado por veintiún diputados del partido Tory, prueba que prefirieron atender a los electores de sus distritos que a las amenazas de Downing Street.
Presagia también las nuevas derrotas que seguirán, bien merecidas por quien avergüenza a sus compatriotas arruinando el crédito del país para convertirlo en fuente de incertidumbre. Clamaba por recuperar la soberanía perdida a favor de Bruselas y ha empezado por cerrar en Londres su máxima representación, el parlamento.