Señora alcaldesa de Vich y diputada del Parlament de Cataluña, ayer en la sesión de Control al Govern, interesándose por la campaña “No em canviis de llengua”, recomendó a los “catalanes autóctonos” que se abstuvieran de hablar en castellano a gente que por su acento o aspecto físico no pareciera catalana.
El acento, en su caso el galileo, ya delató a Pedro en el atrio del Pontífice como discípulo del Nazareno. Pero caracterizar a los aborígenes con un aspecto físico diferenciado del resto, denota xenofobia rampante. La excusa de que se la ha malinterpretado no es de recibo. Hágaselo mirar.