El auditor independiente que Estados Unidos designó para controlar a Volkswagen tras el escándalo de manipulación de motores diésel, Larry Thompson, no encontró nuevas infracciones en la automotriz alemana en el segundo año de su actuación, según declaró hoy en Wolfsburgo.
Después de que el jurista marcara algunas deficiencias en su anterior informe provisional, por ejemplo en la difusión interna de la información y en la transparencia, llegó hoy a una valoración más positiva.
Thompson subrayó, sin embargo, que su inspección no había sido completada aún: «No dije que todo esté en orden».
El inspector estadounidense anunció que en el tercer y último año de su mandato «elaboraría recomendaciones finales» sobre los aspectos en los que Volkswagen puede mejorar aún más el cumplimiento de las normas.
La responsable de Asuntos Legales de Volkswagen, Hiltrud Werner, dijo que el informe actual de Thompson contenía propuestas para la presentación de informes internos y para el sistema de denuncia de irregularidades.
Werner acotó, sim embargo, que en su opinión, «en los últimos doce meses hemos conseguido llevar a cabo los importantes cambios en los procesos como se había acordado».
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