Las previsiones de Bruselas sitúan a España con un déficit al acabar este año del 8,1% del PIB, que se irá reduciendo al 5,2% el próximo ejercicio y el 4,2% en 2023. Aunque el saldo negativo de las finanzas públicas será superior al del conjunto de la eurozona, nuestro país no será sin embargo el que más desequilibrio tenga en sus cuentas al final del horizonte de proyecciones.
Este ‘honor’ le corresponde a Bélgica, que en 2023 tendrá todavía un déficit fiscal del 4,9% del PIB. Le siguen Malta (-4,7%), Eslovenia (-4,4%) e Italia (-4,3%), también por encima de España.
Un único país de la eurozona alcanzará superávit público para 2023. Será Luxemburgo, con un balance positivo del 0,3% del PIB. No obstante, estarán muy cerca de este equilibrio otros estados miembro como Irlanda (-0,3%) y Alemania (-0,5%).