Desde Barcelona, Sänchez exclamó que “España no se rompe y no se hunde» sino que «es más próspera y está más unida que cuando gobernaba el Partido Popular» en 2017. «Lo que rompe las sociedades es la claudicación y rendición de la derecha tradicional al discurso y la ideología de la ultraderecha porque las palabras, las actuaciones, no son inocuas”, dijo tras repasar la nula política en materia de Memoria Democrática desarrollada por el PP y que provocó incluso que los independentistas se adueñaran de la obra de algunos intelectuales.
En un acto organizado por el PSC en Barcelona, y que según la organización congregó a más de 1.500 personas, Sánchez comenzó su intervención celebrando la victoria del 12-M y vaticinó que Salvador Illa va «a ser un gran presidente» de la Generalitat y juntos harán que «España y Cataluña avance en progreso y convivencia» y celebró que en esas elecciones autonómicas «la ciudadanía dijo alto y claro que Cataluña también quiere a España» como «siempre hemos sostenido» y se ha demostrado que «teníamos razón» en la política aplicada para con Cataluña, palabras que dijo con «enorme satisfacción».
«Teníamos razón», dijo Sánchez, en que los «problemas» se tienen que «afrontar de frente, no rehuirlos» y porque «es mucho más poderosos el perdón que el enredo, la convivencia que la confrontación, la unión y no la división». Por ello, sostuvo que es «esperpéntico» escuchar las dudas del PP sobre si el ‘procès’ ha muerto y pidió que «se pongan de acuerdo» en Madrid y en Cataluña porque en un lado se manifiestan contra las políticas que otros han obviado en toda la campaña, en alusión a la amnistía y los indultos.
Sánchez insistió en el idea que repitió en la pasada campaña electoral en Cataluña de que fueron dos presidentes de derechas los que quebraron la convivencia en Cataluña pero que ahora serán dos presidentes socialistas, dando por sentado que Illa llegará a la Generalitat, los que harán que España y Cataluña avancen en progreso y convivencia en los próximos años.
Pero al igual que tampoco lo hizo previamente Illa, Sánchez no hizo alusión alguna a cómo logrará el líder del PSC los apoyos para ser presidente en un momento en el que el expresidente Carles Puigdemont sigue reivindicando sus opciones para asumir el Govern.
En este acto de partido, al que Sánchez llegó después de visitar el DFactory Barcelona, un ecosistema de industria 4.0 de referencia internacional, liderado por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, el presidente llamó a sentirse «orgullosos» de las cifras que no se tenían «desde hace décadas» en España en clave económica porque «España es más próspera y unida que cuando gobernó el PP en 2017, y eso es gracias a los socialistas».
En este sentido, el presidente reconoció que aun «queda mucho por hacer», pero que «para eso estamos, estos tres años que quedan y los que quieran los españoles».
Parte de su intervención la dedicó, como los anteriores oradores, al acto que se celebra en Madrid convocado por Vox y en el que se dan cita líderes de la «internacional ultraderechista», según lo definió Sánchez, ya que responden a “esta corriente de fondo que niega la ciencia, los derechos de las mujeres, que equipara la justicia social con la aberración”.
Así las cosas, Sánchez planteó las elecciones del 9-J como la elección entre «la Europa de Abascal, de Ayuso, de Feijóo o Milei» o «la Europa de Pepe Borrell, Nadia Calviño y Teresa Ribera», donde España es “ejemplo para Europa” gracias a las políticas progresistas y feministas de su Ejecutivo . “Cuando escuchamos a un dirigente de la derecha tradicional equiparar migración con inseguridad, decir que el cambio climático es dogmatismo, decir que violencia de género es un divorcio duro, como dijo Feijóo, o equiparar democracia con dictadura y las víctimas del franquismo con sus agresores, eso sí que rompe democracias y sociedades y ese es el gran riesgo que tiene Europa y que tiene España”.
El presidente del Gobierno justificó que esa «internacional ultraderechista» haya elegido Madrid porque «representamos como sociedad todo lo que ellos detestan y odian», como el feminismo, la justicia social, el Estado del bienestar y la democracia. No obstante, el líder socialista les dijo que «les ganamos las generales, las autonómicas en Cataluña, y les ganaremos las europeas», vaticinó.
Uniendo ambos temas, Sánchez enmarcó que en “lo único que se pone de acuerdo la derecha aquí y en España es en mimetizarse en el discurso xenófobo de la ultraderecha. Y hay una gran lección para el pueblo de España en su conjunto y Cataluña, después de escuchar a Feijóo y Abascal, porque mientras Cataluña y España miran con esperanza al futuro después del 12-M, Feijóo y Abascal miran al pasado ‘procés’ independentista con añoranza porque, cuando gana la convivencia, Feijóo y Abascal se quedan sin discurso”.
«ROTO» DE RIBERA
Los últimos minutos de su intervención los dedicó Sánchez a reconocer el «roto» que le hacía en el Gobierno tener que «prescindir» de Teresa Ribera al considerar que es «la mejor» para liderar la candidatura del PSOE a las elecciones del 9-J.
Sostuvo que se trata de «nuestro mejor activo porque queremos una mejor Europa» y tras las palabras de reconocimiento a la figura de la vicepresidenta, Sánchez zanjó su discurso con un «lo vas a hacer muy bien, Teresa, en la Comisión Europea, y todos te vamos a apoyar para que ganes las elecciones».
PALESTINA
El presidente confirmó que el miércoles, durante su intervención en el Congreso, dirá la fecha en la que España reconocerá el Estado palestino. «Claro que va a existir, España lo va a reconocer y lo voy a anunciar en las Cortes Generales el próximo miércoles», dijo Sánchez tras arremeter contra el PP y después de ensalzar que los socialistas no afrontan los conflictos «como se metieron otros, en guerras ilegales en Irak», citando al expresidente José María Aznar y provocando ciertos abucheos de los presentes.
