¡Qué suerte tiene el cubano… con el año lunar!

Cuba

¡Qué suerte tiene el cubano… con el año lunar!

Aunque no estamos para celebraciones, pasar un rato alejado de tantos y tantos problemas, refresca y energiza la mente o al menos la distrae.

Platos de comida cubana
Platos de comida cubana

Lo de la suerte, para nada novedosa, y no lo del año lunar, fue acuñada por el gráfico personaje de Liborio, que no era otro que el pueblo cubano, a raíz de la intervención gringa en 1898. Ya hoy casi olvidada, era empleada para significar, paradójicamente, que la teníamos muy mala.

Pero como toda regla tiene su excepción, hay que apuntar la he tenido muy buena en mi larga amistad con los vietnamitas. A poco más de 20 días de los débiles y tibios festejos por el nuevo año, acabo de celebrar otro con nuevos amigos según el calendario lunar de esa nación digna de varias reverencias, incluyendo el combate a la epidemia de corruptelas que intentan frenar ahora mismo con renuncias y años de cárcel. Nadie nace corrupto porque el poder sabe cómo amamantarlos. Hermanados como pocos, pero sin seguir el ejemplo de quien lo hace mejor. Curiosa y rara hermandad sin un padre rector.

Aunque no estamos para celebraciones, pasar un rato alejado de tantos y tantos problemas, refresca y energiza la mente o al menos la distrae.

Nunca voy a olvidar  mientras tenga uso de razón aquel episodio de los 80s, cuando bautizaron una severa crisis económica con el cándido nombre de Período Especial, el recibimiento de mi esposa en pleno llanto, con el refrigerador abierto, vacío de pies a cabeza, y la pregunta:

-Dime qué le vamos a dar de comer hoy al niño.

Sin pedir absolutamente nada porque desde pequeño mis padres me educaron en eso, el amigo y colega vietnamita Pham Dinh Loi, llegó a casa con un pollo congelado como enviado por la Divina Providencia, no como ahora, que te lo pagan desde Australia y lo ponen en puerta de vivienda en menos de 24 horas.

¿Qué dónde están la madre y el hijo? Far away, “in di Yunai estey”.

Año del gato a partir del pasado domingo sólo para Vietnam. En el resto de Asia, será el conejo. Para mí, todos serán los del pollo de mi inolvidable hermano Loi, que nunca vaya a la divina Gloria  y por muchos años se quede en tierra firme para continuar abrazándonos  y agradeciéndole en la distancia.

Más información