En España, las herencias tienen diferentes impuestos y gastos que debemos asumir cuando tenemos que enfrentarnos a esta situación como herederos.
La principal complejidad que encontramos en este tipo de situaciones es que no únicamente debemos superar el duelo, que ya de por sí es bastante costoso, sino que no tenemos mucho tiempo por delante para tramitar la herencia.
Por lo que debemos enfrentarnos al mismo tiempo a decisiones que son bastante complejas, tanto en lo anímico como en lo puramente administrativo.
En este artículo nos vamos a centrar en la herencia de propiedades. Especialmente, vamos a abordar los costes asociados que se desprenden de este tipo de trámites y cómo una buena planificación puede ser clave para evitar que nuestros herederos se puedan encontrar en una situación económica algo más tensa a la que deberían haberse enfrentado en el caso de haber llevado a cabo una correcta estrategia.
Si quieres evitar cualquier problema al respecto, encuentra el mejor seguro de decesos para poder tener siempre todas las garantías de que el impacto económico va a ser el menor posible.
Impuesto de sucesiones y donaciones: ¿Cuál es el importe a pagar?
Vamos a comenzar por el Impuesto de Sucesiones y de Donaciones. Este impuesto tributa en la Comunidad Autónoma en la que residía la persona que hizo la herencia, no la que la recibe.
No tiene importancia el lugar en el que se encuentran sus bienes, puesto que se tiene en cuenta la ubicación geográfica exacta en la que se formalizó dicha herencia. Es muy importante tener esto claro, puesto que suele ser motivo de bastantes dudas.
Los herederos que van a recibir la herencia disponen de un máximo de seis meses para abonar este impuesto. No obstante, conviene tener en cuenta que el marco legal contempla que se pueda ampliar a un año si se realiza el trámite correspondiente a tiempo.
Una de las dudas más frecuentes es la cuantía total de este impuesto. Conviene conocer que depende de varios factores, como es la comunidad autónoma en cuestión, el grado de parentesco, la edad de los herederos o el valor del inmueble, entre otros.
En función de la comunidad autónoma, nos podemos encontrar con un impuesto que queda comprendido entre el 7,65% y el 34%. Después, podríamos aplicar bonificaciones tanto estatales como autonómicas, por lo que podría descender considerablemente el importe final.
La plusvalía del inmueble, una de las claves
Una vez hemos explicado el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, pasamos a analizar la Plusvalía Municipal que debemos abonar al heredar una vivienda. Se trata de un impuesto local que grava el incremento del valor de un inmueble desde la fecha en la que se ha adquirido hasta el momento exacto en el que se transmite.
Dado el comportamiento que ha tenido el sector inmobiliario durante los últimos años, la inmensa mayoría de los inmuebles, con independencia de sus características, deben abonar este impuesto. Normalmente, el importe se sitúa entre un 10 y un 20% del valor catastral de la vivienda heredada.
Al igual que hemos mencionado en el caso anterior, también contamos con un plazo máximo para llevar a cabo el pago de este impuesto. En este caso, tenemos seis meses para regularizar la situación y poder hacer la transferencia del inmueble.
Algunos gastos adicionales a tener en cuenta cuando tramitamos una herencia
Hasta ahora, hemos mencionado los dos principales impuestos que debemos abonar cuando una vivienda cambia de dueños hacia el heredero de la misma. Sin embargo, esto no son los únicos gastos que debemos tener en cuenta, también es importante planificar todo lo adicional que es imprescindible abonar. Este es el caso del gasto de notaría y los del Registro de la Propiedad.
En ambos casos, no tienen un gran impacto sobre el valor total del conjunto de los gastos, pero si analizamos la carga económica a la que deberemos hacer frente, tenerlos bien planificados es fundamental para poder tener un extra de tranquilidad.
Un seguro de decesos puede ser una de las mejores formas que encontramos actualmente en el mercado de las herencias para tratar de aliviar la carga económica que tendrán nuestros herederos en un futuro.
En función de la póliza por la que nos decantemos, son muchas las opciones que tenemos a nuestra disposición, con distintas coberturas y configuraciones. Es recomendable que utilicemos un comparador especializado para tener una perspectiva clara sobre las principales opciones que tenemos a nuestra disposición.
Como hemos podido comprobar, cuando gestionamos una herencia es imprescindible tener en cuenta todos los aspectos a los que vamos a tener que enfrentarnos en un momento tan duro como al que estamos haciendo referencia.
La contratación de un seguro como el que ya hemos mencionado, y una buena planificación previa, es fundamental para poder imprimir la tranquilidad necesaria en este tipo de complejas situaciones.