El Gobierno luso definirá el tamaño de la participación, el perfil de los posibles candidatos y las líneas rojas en la privatización de TAP.
Portugal asegura que está abierto a propuestas que puedan involucrar a más de un tipo de inversor, lo que podría abrir la puerta a candidatos que quieran unir fuerzas para pujar por la aerolínea portuguesa.