La IP desde la que se originó el hackeo se ubica en Moldavia aunque los investigadores han corroborado al citado medio que podría tratarse de una maniobra para “enmascarar el auténtico origen”.
Al parecer, la formación morada también ha informado sobre este robo de datos a la Agencia Española de Protección de Datos aunque la documentación robada no parece estar relacionada con asuntos de índole política o de estrategia y se desconoce por el momento el interés de los atacantes y el destino final de los datos sustraídos