Durante la quinta asamblea ciudadana de Podemos, el exlíder del partido, Pablo Iglesias, ha defendido con vehemencia que la formación morada debe regresar al Gobierno.
Para Iglesias, la negativa del PSOE a compartir Consejo de Ministros con ellos es la mayor prueba de que su presencia es necesaria.
A su vez, ha cargado duramente contra la llamada «izquierda sindical», a la que ha acusado de favorecer pactos bipartidistas, y ha insistido en la importancia de confrontar a la ultraderecha con una propuesta política de máximos.
650 simpatizantes se reunieron en el evento, en el que Iglesias compartió debate con María José Pizarro, senadora colombiana del Pacto Histórico, y Clémence Guetté, vicepresidenta de la Asamblea Nacional francesa.
Críticas a la izquierda sindical y defensa del poder político
Pablo Iglesias no se guardó críticas al dirigirse a los sindicatos que, según él, abogan por un acuerdo entre el PP y el PSOE para aprobar los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE). En un tono muy duro, espetó: «Váyanse a la mierda los delegados sindicales que defienden eso», en aparente alusión a Unai Sordo, secretario general de CCOO.
El exvicepresidente subrayó que Podemos siempre quiso construir una izquierda de poder y no solo un partido testimonial. Según Iglesias, la política no trata de «democracia liberal», sino de «poder», y la movilización y organización en todos los ámbitos es esencial para alcanzar los espacios de decisión.
Iglesias remarcó que la negativa del PSOE a incluir a Podemos en el Gobierno evidencia su relevancia política y necesidad
La batalla cultural y los proyectos impulsados por Iglesias
En su intervención, Iglesias manifestó su admiración por el modelo organizativo del Opus Dei, destacando su capacidad para formar «cuadros de mando». Frente a ello, criticó que la izquierda haya renunciado históricamente a crear estructuras de poder como cooperativas, medios de comunicación o escuelas de formación política.
En esta línea, defendió su implicación en proyectos como Canal Red y la taberna Garibaldi, financiados mediante crowdfunding no para lucrarse, sino para fortalecer la batalla cultural de la izquierda. Iglesias anunció también su intención de promover una Escuela de Estado para formar militantes de izquierda en instituciones clave como la judicatura.
Iglesias anunció su compromiso de crear escuelas y becas para formar cuadros de izquierda en espacios de poder estatal
Reproches a Sumar y la defensa de la izquierda rupturista
El exlíder de Podemos también reprochó a sectores de la izquierda, ahora integrados en Sumar, su hipocresía por haber criticado la incorporación de militares y fuerzas de seguridad en Podemos. Recordó el caso de Julio Rodríguez, exJemad, y defendió la importancia de integrar todos los sectores sociales en la lucha política.
Además, Iglesias volvió a cargar contra la «izquierda sindical» que ahora impulsa pactos PP-PSOE, insistiendo en que este planteamiento solo debilita a la izquierda real.
Ante la ultraderecha, más Estado y más poder popular
Iglesias advirtió que ante el avance de la ultraderecha no es efectivo el discurso del «mal menor» ni los grandes acuerdos de consenso. Según él, la respuesta debe ser nacionalizar empresas estratégicas, fomentar más empresas públicas, reformar los medios de comunicación, salir de la OTAN y cerrar las bases militares estadounidenses en España.
Iglesias defendió que la forma de combatir a la extrema derecha es reforzar el papel del Estado y proteger los derechos sociales frente a los intereses de los ricos
Finalmente, Iglesias señaló que la ultraderecha, tanto en España como en EEUU con Donald Trump, busca convertir al Estado en un mero «consejo de administración de la burguesía». Destacó que el anticomunismo es un factor que une a todas las variantes de la extrema derecha, ya que sirve de justificación para destruir sindicatos y servicios públicos.