El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha anunciado este jueves que el toque de queda y las medidas de restricción impuestas en el país en el marco de la lucha contra el coronavirus se extenderán de forma indefinida y serán revisadas semanalmente.
La decisión ha sido tomada por el mandatario después de que sus poderes se vieran ampliados a principios de abril tras la aprobación por parte del Parlamento de una ley que permite al Ejecutivo mantener de forma indefinida el estado de emergencia, algo teóricamente excepcional que permite a Orban gobernar por decreto y restringir derechos y libertades.
Orban ha asegurado que extender el toque de queda es necesario para frenar el avance del virus después de haber escuchado a «alcaldes, epidemiólogos, científicos y miembros de la opinión pública».
«En su opinión unánime, las restricciones han sido sensatas y exitosas para frenar la propagación de la epidemia», ha aseverado el primer ministro, que ha afirmado que, a la luz de esto, el toque de queda será extendido de forma indefinida, según informaciones del diario local ‘Magyar Hirlap’.
Asimismo, ha explicado que se otorgará una licencia especial a los alcaldes de las ciudades para que puedan crear e introducir normativas más estrictas durante la Semana Santa y hasta el próximo lunes.
A su vez, Orban ha instado a los ciudadanos a «seguir las reglas, evitar las reuniones, mantener la distancia en zonas públicas y prestar una mayor atención a las personas mayores». «Esta Pascua es diferente. Les pido que se cuiden unos a otros», ha remachado.
El coronavirus ha dejado en Hungría 66 muertos y 980 casos confirmados por el momento. Al menos 96 personas se habrían recuperado de la enfermedad, provocada por el virus, la Covid-19.