La firma se ha anotado un crecimiento del 1,9% entre octubre y diciembre hasta los 1.204 millones de euros, impulsada por las ventas de equipo, que se han disparado un 15,5%.
Por otro lado, la firma ha sufrido una caída del beneficio bruto de explotación ajustado (EBITDal) del 4% en el año para un total de 1.111 millones de euros.
En esta magnitud, se repite la tendencia de mejora a medida que avanza el año, ya que ha pasado de caer un 6,7% en la primera mitad del año a un 1,5% en la segunda, gracias al despliegue de su plan de ahorro de costes y la reformulación del mercado B2B.
Por ello, la firma se ha fijado como objetivo un «fuerte crecimiento» de esta magnitud, indicativo de la rentabilidad de las operaciones, de cara a 2023.
La compañía también ha conseguido aumentar en un 2% su ARPU convergente (pago mensual por cliente) en la antesala a la subida de precios que entrará en vigor en marzo. Asimismo, sus inversiones en Capex han sido de 863 millones de euros, un 9,1% menos que en el ejercicio anterior.
En cuanto al número de clientes, la firma ha terminado el año sumando 33.000 altas netas de móvil de contrato y 8.000 de fibra óptica, si bien ha perdido 20.000 paquetes convergentes.
Por segmentos de negocio, el negocio minorista ha cedido en todo el año un 1,9% para aportar 3.136 millones de euros al grupo, mientras que el mayorista ha retrocedido un 2,4% hasta los 878 millones de euros.
Por su parte, tras el crecimiento a doble dígito del último trimestre, las ventas de equipos, donde entran los dispositivos electrónicos principalmente, han cerrado el año en positivo con unos ingresos un 1,7% mayores para sumar 632 millones de euros.