Algunos miembros del Gobierno están últimamente muy optimistas, convocando a periodistas y explicándoles que España está, ya por fin, saliendo del bache. Este humilde becario ha asistido a uno de esos encuentros y realmente ha salido encantado. Encantado y confiado. Hasta que se ha topado con su jefe.
El jefe ha dicho que hombre, que un poco de proyección global. Que si aquí llueve menos será en todo caso por el Banco Central Europeo (BCE), que a base de prometer que el euro no se rompe ha logrado que algunos tesoros nacionales, y entre ellos el español, puedan recaudar pasta en los mercados y seguir adelante mal que bien. Pero que en todo lo demás -precios de la energía, paro, crecimiento- no hay cambios positivos sustanciales.
Y es que esa es quizás una de las facetas mejor valoradas de algunos políticos: su capacidad de seducción. Vender humo es un arte y ellos son unos grandes artistas.