IG Metall es el mayor sindicato de Alemania y, quizá porque le conviene, parece haberse convertido en los últimos tiempos en la única voz que se alza en el país teutón para denunciar que el empobrecimiento de los países del sur de Europa que promueve Angela Merkel, puede acabar para siempre con la moneda única.
El viejo y poderoso gremio metalúrgico se encuentra inmenso en la negociación de una subida salarial que afecta a toda la gran industria manufacturera del país. Los exportadores. Y aspiran a conseguir una subida salarial del 5,5% este año, tras haber logrado un aumento superior al 4% hace 365 días.
Pero los patronos ofrecen un 2%. Los negros nubarrones que se ciernen sobre Europa, y que anuncian lluvia también en Alemania, son la justificación aducida por unos empresarios que empiezan a sentir el problema en sus propias carnes.
Porque hay cifras, como la caída de un 18% de las ventas de automóviles en el primer trimestre, que ya convierte la amenaza de futuro en una carga para el presente.
Y es ahí, donde la discusión salarial adquiere unas dimensiones sociales y políticas de gran calado. Porque los sindicalistas aducen que para recuperar las ventas de la industria alemana hay que ‘ayudar’ a la clientela. Que promover políticas que empobrecen al sur de Europa es poco menos que ‘suicidarse’.
Y, según ellos, la manera de romper ese círculo vicioso es subir los sueldos de los trabajadores alemanes para que tengan capacidad de consumir y propicien las importaciones para provocar el crecimiento económico en Europa.
Lo curioso es que, con unas elecciones a la vista, en Alemania ni los socialdemócratas, ni los verdes hayan levantado esta misma bandera. Aunque sólo fuera para intentar batir esos pronósticos, casi unánimes, que dan por hecha una nueva victoria de Angela Merkel. La tercera.
Los más optimistas esperan que cuando la canciller haya triunfado de nuevo empezará a aflojar esa mano de hierro con la que mantiene atenazada a la economía europea. Pero, tal vez, este sea sólo un pronóstico de algunos bienpensantes y no llegue a convertirse en realidad.
De momento, Merkel mantiene su intensa cruzada para impulsar el ‘austericidio’ económico de la UE que quizá se lleve por delante al euro y que, sólo parece tener una consecuencia favorable para la propia Alemania. El hecho de que el sistema empresarial teutón, y sobre todo sus sospechosos bancos, se financien a tipos más favorables que los del resto de la UE.
Acceda a la versión completa del contenido
El mayor sindicato alemán quiere salvar el euro
La cifra de negocio de la entidad gala en el ejercicio alcanzó los 48.832 millones…
Según los datos de Grupo ASE, en enero se registró una elevada volatilidad en los…
En una entrevista en 'Espejo Público' de Antena 3, que ha recogido Europa Press, Feijóo…
Asimismo, insisten en la importancia de aumentar la investigación de la enfermedad por la posible…
En concreto, el grupo ha firmado dos proyectos de tecnología de vanguardia para el montaje…
Así lo ha asegurado el jefe de la diplomacia española en una entrevista en 'La…