Va a ser una faena estética de las que hacen historia. Cambiar el nombre de la estación de Sol por el de Vodafone Sol. Todo ello fruto de un acuerdo que ha firmado la Comunidad de Madrid con la teleoperadora británica que lleva ese nombre para que ésta «alquile» la Línea 2 del Metro hasta el año 2016.
Mi jefe ha dicho que lo más preocupante de todo es que no se conocen los términos del contrato. Se sabe que un buen día toda la Línea 2 va a estar llena de logotipos de Vodafone, y se sabe poco más. Lo cual, siendo Ignacio González un administrador de lo público, es cosa grave. Un administrador de lo público, dicho sea de paso, con muy poco respeto por lo público. Quizá porque no le debe nada a la soberanía popular, pues nadie le votó. Quién sabe.
Otro que también se ha columpiado hoy con el asunto es el diputado de Izquierda Unida Alberto Garzón. Garzón ha cargado contra Ignacio González por este asunto… y lo ha hecho desempolvando el libro de Karl Marx para hablar -ojo, desde Twitter- de las malvadas corporaciones capitalistas, cuando lo que uno espera de un tipo joven e implicado con los movimientos ciudadanos es algo más de discurso y algo menos de retórica revolucionaria decimonónica.
