Mi jefe y yo -junto a algunos de mis compañeros- hemos mantenido esta tarde un pequeño debate sobre Rodrigo Rato. Nosotros manteníamos que parte de la opinión pública parece que se conformaría con su cabeza antes de olvidar el caso Bankia, y el veterano nos animaba a no ser ingenuos.
Para mi jefe, Rato está en la picota por dos motivos fundamentales. El primero es porque tiene su parte de culpa en todo el proceso. Él estuvo allí metido y gestionó una salida a Bolsa desastrosa, entre otra serie de historias. Y además cuenta con antecedentes familiares cuanto menos dudosos. Y en segundo lugar, es que a Rato le toca ahora pasar por la Justicia. Está de actualidad.
Así que el veterano ve totalmente lógico el mosqueo de la banda. Se cometieron tropelías, en estos tiempos, y la injusticia es palpable. Por eso se quieren culpables. Por qué no Rato. Y seguro que no será sólo Rato.