Los dueños de los tradicionales kioscos que se encuentran repartidos por el madrileño parque del Retiro están muy enfadados con el presidente de la patronal de empresarios de la región y vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, que se quiere quedar con estos negocios a través de Grupo Arturo, una empresa de catering de la que es el máximo responsable.
El asalto de Fernández a unos kioscos que hasta ahora pasaban de padres a hijos se produciría ante los cambios que la alcaldesa Ana Botella quiere introducir para limitar esta actividad a grandes grupos empresariales.