Hace unos años, concretamente en los ochenta, se hizo famoso un anuncio de la Dirección General de Tráfico protagonizado por Stevie Wonder que decía: “si bebes no conduzcas”, pero ahora habría que actualizarlo para pedir a quien tenga intención de ponerse el volante: si bebes no conduzcas y encima no te despelotes. Porque parece que se ha puesto de moda conducir con tanto alcohol en el cuerpo que se te podría extraer una muela sin anestesia y encima hacerlo en pelota picada. Sucedió hace un mes en Ohio, EEUU, cuando Erin B. Holdsworth, de 28 años fue parada y detenida por la Policía cuando circulaba borracha a más de 200 kilómetros por hora, pero la sorpresa de los agentes fue mayúscula cuando pidieron a la conductora que bajara del coche y esta lo hizo en top-less, con un tanga y, eso sí, zapatillas deportivas. Además, la chica que se negó a hacer la prueba de alcoholemia, llevaba el carné de conducir caducado. ¿hay quien de más?
Pues si. En el otro lado del mundo, en Rusia todavía fue peor porque hubo ‘daños colaterales, ya que otro conductor desnudo y ebrio causó estragos en el centro de Moscú, donde dañó 12 automóviles antes de que la Policía lo detuviera. Los agentes emprendieron una persecución después que el conductor incumpliera varias señales de tráfico así como las órdenes de detenerse. En la carrera, el conductor casi golpeó un autobús escolar, embistió a un vehículo policial y se estrelló contra otros automóviles antes de que fuera atrapado. Y cuando la Policía lo detuvo descubrió que el automovilista estaba como Dios le trajo al mundo. ¡Cómo se ponga de moda…!
