Michel Barnier, que es el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, dijo ayer que hay 16 bancos en la región -dejando de lado los que ya suspendieron hace unos meses las pruebas de solvencia de la Autoridad Bancaria Europea (EBA)- que necesitan más capital de forma urgente.
Tras dar los nombres y apellidos de los afectados, se pudo comprobar que Barnier no hizo mención alguna a los grandes bancos alemanes y franceses. Casualmente, estas entidades son las que mayor exposición mantienen en Grecia.
Por eso mi jefe se ha preguntado qué demonios desayunan los políticos de la zona del euro para presentar semejante lista de afectados como un documento creíble. O quizá -comenta mi jefe- deberíamos pedir cuentas sobre la evolución reciente de sus patrimonios personales. No vaya a ser, ya saben.
De todos modos, Bruselas ya quedó desacreditada cuando en las mencionadas pruebas de solvencia de la EBA, Alemania dijo que las iba a hacer a su manera. Con suerte, cosas de estas nos pueden empezar a dar una idea de la situación real en la que se encuentra la banca mundial.
