La salida de Alvárez Cascos del PP, una vez que la dirección nacional del partido conservador español optó por otro candidato para las próximas elecciones autonómicas asturianas, podría interpretarse también como una muestra de la pérdida de peso del ex presidente del Gobierno José María Aznar en el partido que el mismo fundó. Sobre todo por la decidida apuesta que había realizado en esta batalla y la intermediación a favor de Cascos que llevó a cabo ante el líder actual de la derecha española, Mariano Rajoy. Sin éxito, como se ha visto.
Pero, tal vez esta no sea la última palabra de Aznar, en la política española. Sobre todo porque si el PP de Rajoy se aparta de él, también quedaría fuera del entorno internacional en el que se mueve el ex presidente español. Un grupo internacional de destacados políticos al servicio de la ideología más ultraliberal del Partido Republicano, con o sin tea party, entre quienes también se encuentra el ex presidente checo Vaclac Havel y el peruano Alejandro Toledo que juega con la idea de volver a presentarse en las próximas elecciones. En esta legión manda Aznar, aunque por poderes, claro.
