El idiota

A Tony Blair le han pagado un dineral por contar sus memorias y él ha aprovechado el momento para poner a escurrir a Gordon Brown. Lo que todos sospechábamos ahora queda escrito: Brown era un “paquete” que se cargó el partido al abandonar la senda del “nuevo laborismo”, (según escribe Blair). Si aquí pudiéramos conseguir lo mismo: que los presidentes escribieran acerca de la labor de los que les han precedido. Igual nos entreteníamos conociendo lo que opina Felipe de Zapatero, (ausente en Rodiezmo pero entusiasmado con “Miguelín”). Tampoco estaría mal conocer la opinión que comparte Aznar con Alonso, en las horas de amistad fraternal rumbo a Melilla, acerca de la política de Rajoy. Por suerte, para nosotros, en España contamos con los micrófonos que siempre les cogen en un renuncio. En Inglaterra son más mirados con las sicofonías en sede oficial y por eso tienen que esperar a que publiquen un libro, se nota que son una sociedad más ordenada y culta. La noticia es que Brown era un perfecto idiota para Blair, normal, sólo un político elige como sucesor a un perfecto idiota, en ningún caso se le ocurriría elegir a alguien que tuviera mayor valor que él, ¡no querrán que le deje en mal lugar! Realmente el libro que hay que leer es el que escriba Brown cuando llegue ese día, ¡entonces ya verán lo idiotas que son los que sucedieron al idiota! Que el espectáculo de las primarias en Madrid no nos despiste del apasionante juego para descubrir a los idiotas contemporáneos.

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