Los últimos días

El PP ha mandado el Pacto de la Educación a freír puñetas porque de esa manera representa la ruptura con el Gobierno en materia de colaboración. En otras palabras le han dado una patada al pacto de la economía en el culo de Ángel Gabilondo que se había propuesto la misión imposible de unir voluntades para crear un futuro común en la enseñanza. No ha sido posible.

Y de fondo unas imágenes en las televisiones con Grecia en llamas, para que nos vayamos haciendo una idea de lo que nos aguarda en caso de seguir siendo “malos” y de no apoyar un cambio de Gobierno. Algunos llegan a escribir que el presidente de Gobierno debería adelantar las elecciones si tuviera un mínimo sentido “patriótico”. Pero mientras que hablan de Patria encienden una antorcha y esta vez no es por la causa olímpica si no por incendiar lo que se ponga por delante.
Han dejado lo de Garzón y Bono a un lado, han pasado por encima otros asuntos y se concentran en soplar las llamas de Grecia para ver si se propagan hasta nuestras costas. Cuanto más apocalíptico el paisaje, mejor.

Un buen negocio en España sería hacerse con la exclusiva de los pianos de hotel para tocar mientras se escuchan sonar las iras disparadas con saña desde las tribunas más profundas de la carcundia. “¡Más madera, más escándalos, esto es la guerra!”, se les escucha gritar desde sus trincheras televisivas. Y uno se pregunta cómo cabe tanta mala leche en una pantalla plana. Pues es posible, estos últimos días son así de coloridos.

Acceda a la versión completa del contenido