La EBA presentó hace unos días la metodología y escenarios económicos de sus pruebas de resistencia, en las que participarán entidades de 15 países. Desde que comenzaron a realizarse, los test de estrés de la banca europea han cosechado críticas por no haber logrado detectar las deficiencias que tenían no pocas entidades. Por eso, las pruebas anunciadas para este año hace sólo unos días no han logrado despejar dudas no sólo por el hecho de que no habrá suspensos ni aprobados, sino por además haber vuelto a dejar fuera del escrutinio a las cajas de ahorro alemanas (landesbanken).
Los bancos españoles que se someterán a examen son Banco Santander, BBVA, La Caixa, BFA-Bankia, Banco Popular y Banco de Sabadell. Otras entidades a prueba son las francesas BNP Paribas y Crédit Agricole, Banco Nacional de Grecia, el irlandés Allied Irish Banks, los alemanes Deutsche Bank y Commerzbank y los británicos HSBC, Barclays, RBS y Lloyds.
La EBA presentó hace unos días la metodología y escenarios económicos de sus pruebas de resistencia de 2016, en las que participarán entidades de 15 países de la Unión Europea, 37 de ellas de la zona euro, con un mínimo de 30.000 millones de euros en activos y representantes de un 70% del sector bancario comunitario.
La principal novedad este ejercicio es que, a diferencia de ocasiones anteriores, no se exigirá un porcentaje mínimo común de capital a los bancos en previsión de hipotéticas crisis, sino que cada entidad será evaluada de forma individual.
