Si alguien le pregunta a Bob Dylan, la crisis que Internet le habría traído al mundo de la música no es un asunto de la Red. Ni siquiera es una crisis. El veterano cantautor estadounidense lo tiene claro. Nadie paga por las canciones porque en las últimas dos décadas y media nadie ha escrito una sola canción que merezca la pena comprar. Ni siquiera él mismo. ¿Será cierto? Quizá este durísimo análisis no se encuentre lejos de las raíces del desastre. Siempre que de verdad sea un desastre.
Quizá no se trate de eso. O no para todo el mundo. No, por ejemplo para el Estado, los partidos o las grandes corporaciones y sus necesidades promocionales. Si el producto artístico es gratuito porque los clientes no pagan a los autores ni a los intérpretes, la única vía profesional que quedaría, sería la elaboración de proclamas teledirigidas por el pagador. Pura propaganda. Y, la propaganda puede ser ingeniosa y hasta artística. Pero ni es arte, ni es neutral.
Acceda a la versión completa del contenido
¿Cómo va usted a pagar por algo que no vale nada?
"Acabo de tener una buena llamada con el presidente Trump. Los aranceles propuestos se suspenderán…
"La UE está lista para un diálogo robusto con Estados Unidos pero también reconocemos los…
Así lo refleja el Estudio de la Fundación BBVA sobre Creencias de base científica y…
La compañía ha registrado una de las tres mayores caídas del día en el Ibex…
Durante el fin de semana, Trump decidió imponer aranceles a las importaciones provenientes de México,…
La agencia ha explicado que tanto la producción como los nuevos pedidos volvieron a crecer…